La Fontana di Trevi es una de las mayores (con cerca de 40 metros de frente) fuentes monumentales del Barroco en Roma (Italia). Según la actual división administrativa del centro de Roma, está situada en el rione de Trevi.
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La fuente está situada en el cruce de tres calles (tre vie), marcando el punto del Aqua Virgo (en italiano, Acqua Vergine), uno de los antiguos acueductos que suministraban agua a Roma. Los técnicos romanos localizaron una fuente de agua pura a sólo 22 km de la ciudad (escena representada en la actual fachada de la fuente). Esta Aqua Virgo corría por el acueducto más corto de Roma directamente hasta los Baños de Agripa y fue usada durante más de cuatrocientos años. El golpe de gracia a la vida urbana de la Roma clásica tardía fue la rotura de los acueductos por parte de los asediadores godos en el año 537. Los romanos medievales quedaron reducidos a sacar el agua de pozos contaminados y del río Tíber, que también se usaba como cloaca.
La costumbre romana de construir una bella y hermosa fuente al final de los acueductos que traían agua a la ciudad fue resucitada en el siglo XV, con el Renacimiento. En 1453, el papa Nicolás V terminó de reparar el acueducto Aqua Virgo y la fuente que construyó al final fue una simple pila, diseñada por el arquitecto humanista Leon Battista Alberti, para anunciar la llegada del agua.
En 1867 durante la visita de Carlota de México cuando acudió a entrevistarse con el papa Pío IX comenzó a manifestar síntomas de locura y a decir que la querían envenenar y usó la fuente Trevi para tomar agua ya que era la única agua que pensaba que no estaba envenenada.
En 1625 el Papa Urbano VIII, encontrando la fuente anterior poco dramática, sosa, poco original o poco monumental, pidió a Gian Lorenzo Bernini que esbozase posibles renovaciones, pero el proyecto fue abandonado a su muerte. La contribución duradera de Bernini fue cambiar la situación de la fuente al otro lado de la plaza para que quedase frente al palacio del Quirinal (de forma que el papa también pudiese verla y disfrutarla). Aunque el proyecto de Bernini fue desechado en favor del de Nicola Salvi, hay muchos toques del primero en la fuente tal como fue construida. También existe una maqueta anterior llamativa e influyente hecha por Pietro da Cortona.
Los concursos se habían puesto de moda durante el Barroco para rediseñar edificios, fuentes e incluso la plaza de España. En 1730, el papa Clemente XII organizó un concurso sobre la fuente en el que Nicola Salvi perdió, a pesar de lo cual recibió el encargo. Los trabajos empezaron en 1732 y terminaron en 1762, mucho después de la muerte del papa Clemente, cuando el Océano de Pietro Bracci fue situado en el nicho central. Las estatuas de la Abundancia y de la Salubridad, en los dos nichos laterales fueron esculpidas por Filippo della Valle. La fuente es una obra escultórica de bulto redondo y a la vez relieve.
Hay dos hipocampos en la escultura, pero una curiosidad es que uno está calmado y el tritón no tiene que hacer esfuerzo para dirigirlo, en cambio, el otro hipocampo está alterado y el tritón consigue llevarlo con esfuerzo. Esto representa las dos facetas del mar, el mar agitado y el mar pacífico.
Fontana de Trevi (fecha: año 1732). Foto:
Cultura/estilo: Barroco. País actual: Italia.
El Barroco fue un período de la historia en la cultura occidental originado por una nueva forma de concebir el arte (el «estilo barroco») y que, partiendo desde diferentes contextos histórico-culturales, produjo obras en numerosos campos artísticos: literatura, arquitectura, escultura, pintura, música, ópera, danza, teatro, etc. Se manifestó principalmente en la Europa occidental, aunque debido al colonialismo también se dio en numerosas colonias de las potencias europeas, principalmente en Latinoamérica. Cronológicamente, abarcó todo el siglo XVII y principios del XVIII, con mayor o menor prolongación en el tiempo dependiendo de cada país. Se suele situar entre el Manierismo y el Rococó, en una época caracterizada por fuertes disputas religiosas entre países católicos y protestantes, así como marcadas diferencias políticas entre los Estados absolutistas y los parlamentarios, donde una incipiente burguesía empezaba a poner los cimientos del capitalismo.
Como estilo artístico, el Barroco surgió a principios del siglo XVII (según otros autores a finales del XVI) en Italia —período también conocido en este país como Seicento—, desde donde se extendió hacia la mayor parte de Europa. Durante mucho tiempo (siglos XVIII y XIX) el término «barroco» tuvo un sentido peyorativo, con el significado de recargado, engañoso, caprichoso, hasta que fue posteriormente revalorizado a finales del siglo XIX por Jacob Burckhardt y, en el XX, por Benedetto Croce y Eugenio d’Ors. Algunos historiadores dividen el Barroco en tres períodos: «primitivo» (1580-1630), «maduro» o «pleno» (1630-1680) y «tardío» (1680-1750).
Aunque se suele entender como un período artístico específico, estéticamente el término «barroco» también indica cualquier estilo artístico contrapuesto al clasicismo, concepto introducido por Heinrich Wölfflin en 1915. Así pues, el término «barroco» se puede emplear tanto como sustantivo como adjetivo. Según este planteamiento, cualquier estilo artístico atraviesa por tres fases: arcaica, clásica y barroca. Ejemplos de fases barrocas serían el arte helenístico, el arte gótico, el romanticismo o el modernismo.