La basílica de San Marcos es el principal templo católico de la ciudad de Venecia (Italia) y la obra maestra de la arquitectura bizantina en el Véneto. Posee el rango de catedral y también el de iglesia patriarcal, además del de basílica.
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La construcción de la basílica original fue iniciada en el año 828 y finalizada en el año 832, para albergar supuestas reliquias de san Marcos el Evangelista robadas de Alejandría. Este hecho fue fundamental para que Venecia se erigiese en sede episcopal independiente, ya que hasta entonces había estado subordinada a los obispados de Grado y Aquileia.
Concebida en un principio con planta de cruz griega y cúpula sobre crucero y los brazos (5 cúpulas), la iglesia fue quemada en un motín en el año 975 y reconstruida en el siglo XI por arquitectos y obreros de Constantinopla. Las obras de la actual basílica de estilo bizantino se iniciaron hacia 1063, y el nuevo templo fue consagrado diez años después. En el siglo XIII se le añadió un nártex cubierto con cúpulas más pequeñas que envuelve el brazo inferior de la cruz. Fue modificada también en los siglos XV y XVII.
Una ley de la República Veneciana imponía como tributo que los mercaderes afortunados, después de hacer negocios provechosos, hicieran un regalo para embellecer San Marcos. De ahí la variedad de estilos y materiales. San Marcos es un museo vivo de arte bizantino latinizado. Con su decoración intacta de mosaicos, mantiene las características de este estilo en mayor medida que las propias iglesias de Constantinopla, que fueron blanqueadas por los turcos, o las de Salónica, ahumadas por los incendios.
La fachada presenta nichos profundos de influencia occidental, decorados con columnas y mosaicos de oro del siglo XII. Los cuatro Caballos de San Marcos representan la fuerza estatal. En el siglo XV se le añadieron gabletes a los arcos del piso superior y capiteles, por influencia del Gótico europeo. La forma exterior de las cúpulas no coincide con la interior, y parecen más grandes de lo que son en realidad. Gran parte de los fondos de su construcción provino del Saqueo de Constantinopla.
Basílica de San Marcos (fecha: año 828). La obra maestra de la arquitectura bizantina en el Véneto. Foto:
Cultura/estilo: Bizantina. País actual: Italia.
El Imperio bizantino o Bizancio fue la parte oriental del Imperio romano que pervivió durante toda la Edad Media y el comienzo del Renacimiento. Este imperio se ubicaba en el Mediterráneo oriental. Su capital se encontraba en Constantinopla (en griego: Κωνσταντινούπολις, actual Estambul), cuyo nombre más antiguo era Bizancio, importante ciudad de la Tracia griega fundada en el 650 a. C. También se conoce al Imperio bizantino como Imperio romano de Oriente, especialmente para hacer referencia a sus primeros siglos de existencia, durante la Antigüedad tardía, época en que el Imperio romano de Occidente todavía existía. Dado que el Imperio romano había establecido que la lengua en todo el territorio debía ser el griego, los historiadores en general coinciden en señalar que el Imperio bizantino fue un imperio griego en alianza política con Roma.
A lo largo de su dilatada historia, el Imperio bizantino sufrió numerosos reveses y pérdidas de territorio, especialmente durante las guerras romano-sasánidas, guerras bizantino-normandas, Guerras búlgaro-bizantinas y las guerras árabo-bizantinas. Aunque su influencia en África del Norte y Oriente Próximo había entrado en declive como resultado de estos conflictos, continuó siendo una importante potencia militar y económica en Europa, Oriente Próximo y el Mediterráneo oriental durante la mayor parte de la Edad Media. Tras una última recuperación de su pasado poder durante la época de la dinastía Comneno, en el siglo XII, el Imperio comenzó una prolongada decadencia durante las guerras otomano-bizantinas que culminó con la toma de Constantinopla y la conquista del resto de los territorios bajo dominio bizantino por los turcos, en el siglo XV.
Durante su milenio de existencia, el Imperio fue un bastión del cristianismo, e impidió el avance del islam hacia Europa Occidental. Fue uno de los principales centros comerciales del mundo, estableciendo una moneda de oro estable que circuló por toda el área mediterránea. Influyó de modo determinante en las leyes, los sistemas políticos y las costumbres de gran parte de Europa y de Oriente Medio, y gracias a él se conservaron y transmitieron muchas de las obras literarias y científicas del mundo clásico y de otras culturas.