Filipinas —oficialmente la República de Filipinas (en filipino: Repúblika ng Pilipinas; en inglés: Republic of the Philippines)— es un país insular situado en el Sudeste Asiático, sobre el océano Pacífico. Su capital es Manila. Al norte se encuentra separado de la isla de Taiwán por el estrecho de Luzón; al oeste se halla el mar de la China Meridional y Vietnam; al suroeste, la isla de Borneo, al sur el mar de Célebes lo separa de otras islas de Indonesia y al este limita con el mar de Filipinas. Su ubicación en el cinturón de fuego del Pacífico y su clima tropical lo convierten en un lugar propenso a terremotos y tifones. El país es rico en recursos naturales y se encuentra en una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo. El archipiélago está formado por 7107 islas, que se clasifican geográficamente en tres grupos: la isla de Luzón, el grupo de las Bisayas y la isla de Mindanao.
Filipinas tiene una población estimada de 102 millones de habitantes; Filipinas es el 12.º país más poblado del mundo, sin considerar los 11 millones de filipinos que viven en el extranjero. Varias etnias y culturas conviven a lo largo de sus islas. Catalogado como un país recientemente industrializado, su economía continúa el constante crecimiento que inició desde su independencia. Las reformas económicas implementadas a inicios del siglo XXI lograron que el sector servicios desplazara a la agricultura como la principal actividad económica, y ahora este aporta más de la mitad del PIB. Sin embargo, aún enfrenta diversos retos en la infraestructura: la falta de desarrollo en el sector turístico, la educación, la atención a la salud y el desarrollo humano.
En tiempos prehistóricos, los negritos fueron algunos de los primeros habitantes del archipiélago, seguidos por oleadas sucesivas de pueblos austronesios que trajeron consigo tradiciones y costumbres de Malasia, India y el mundo islámico, mientras que el comercio introdujo algunos aspectos culturales chinos.
En 1521, la llegada del explorador Fernando de Magallanes marcó el comienzo de una era de influencia y posterior dominio español. Miguel López de Legazpi estableció el primer asentamiento español en Filipinas en 1565, con la fundación de Cebú. En 1571 fundó la ciudad de Manila, que se convertiría en el centro administrativo y económico del Imperio español en Asia y puerto de partida del galeón de Manila con destino Acapulco. Tres siglos de colonización española dieron lugar a una cultura hispano-asiática, patente en el arte, música, gastronomía y costumbres de Filipinas, en especial su religión católica. También surgió una variante filipina del idioma español, que floreció en la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX.
A finales del siglo XIX estalló la Revolución filipina, apoyada por Estados Unidos, y posteriormente la Guerra hispano-estadounidense que dio lugar a la cesión de las islas por España a EE. UU. en 1898. Las desavenencias entre la nueva República Filipina y EE. UU. desembocaron en la Guerra filipino-estadounidense que acabó con la victoria estadounidense en 1903. De esta forma, los Estados Unidos reemplazaron a España como potencia dominante. A excepción del periodo de ocupación japonesa, los estadounidenses mantuvieron la soberanía sobre las islas hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1946. Desde la independencia, el país atravesó varias crisis políticas que sirvieron para definir las características de una república constitucional.
Bandera de Filipinas:
Geografía de Filipinas:
Filipinas es un archipiélago de 7107 islas, con una superficie total de aproximadamente 300 000 km² —incluidos los cuerpos de agua interiores—. Sus 36 289 km de litoral lo convierten en el quinto país con la mayor longitud de costa en el mundo. El territorio filipino se encuentra ubicado entre las coordenadas 116°40′E, 126°34′E y 4°40′N, 21°10′N. Limita con el mar de Filipinas al este, el mar de China Meridional al oeste y al sur con el mar de Célebes. La isla de Borneo está situada a solo unos cientos de kilómetros al sudoeste y la isla de Taiwán se encuentra directamente al norte. Las Molucas y Sulawesi se encuentran en el suroeste y Palaos está ubicado al este de las islas.
La mayoría de las islas son montañosas, están cubiertas de una densa selva tropical y son de origen volcánico. La montaña más alta es el monte Apo, con una altitud de 2954 msnm y está situada en la isla de Mindanao. La depresión de Galathea en la fosa de Filipinas es el punto más bajo en el territorio nacional, y el tercero más profundo en el mundo, ubicado en el fondo del mar de Filipinas. Asimismo, el río más largo es el Cagayán, en el norte de Luzón. La bahía de Manila, donde se encuentra la ciudad homónima, está conectada a la laguna de Bay —el lago más grande de Filipinas— por el río Pasig. Las cuencas hidrográficas más importantes del país son las del río Pulangi y Agusan en Mindanao y el Cagayán y el Pampanga en Luzón. La bahía Subic, el golfo de Davao y el golfo Moro son otras de las bahías más importantes. El estrecho de San Juanico separa las islas de Samar y Leyte, aunque se encuentran conectadas gracias al puente de San Juanico.
Situado en la periferia occidental del Cinturón de Fuego del Pacífico, el territorio experimenta una actividad sísmica y volcánica frecuente. La meseta Benham, al este en el mar de Filipinas, es una región submarina con una actividad de subducción tectónica muy alta. Diariamente se registran alrededor de 20 sismos, aunque la mayoría son demasiado débiles para sentirse; el último terremoto importante registrado fue el terremoto de Luzón de 1990. De igual manera, hay muchos volcanes activos en el archipiélago, como el monte Mayón, el monte Pinatubo y el volcán Taal. La erupción del monte Pinatubo en junio de 1991 produjo la erupción terrestre más grande del siglo XX. No obstante, no todos los accidentes geográficos notables tienen un origen tan violento o destructivo: ejemplo del legado de la actividad geológica es el río subterráneo de Puerto Princesa.
Los depósitos minerales son abundantes debido a la naturaleza volcánica de las islas. Se estima que Filipinas tiene el segundo depósito de oro más importante después de Sudáfrica y uno de los yacimientos de cobre más grandes en el mundo. El subsuelo también es rico en zinc, cromo y níquel. A pesar de ello, la mala gestión, la alta densidad de población y la conciencia ambiental han provocado que estos queden en gran medida sin explotar. A diferencia de lo anterior, la energía geotérmica es uno de los productos de la actividad volcánica que el país ha aprovechado con más éxito. Filipinas es el segundo productor de energía geotérmica en el mundo, detrás de Estados Unidos, ya que cubre el 18% de la demanda de electricidad nacional.
Al sur de Filipinas pasa la línea de Wallace, el límite biogeográfico que separa las regiones de Asia y Oceanía a través de Insulindia. La fauna, y en menor medida la flora, son distintas a cada lado, pese a la proximidad geográfica y la relativa similitud climática, reflejando historias evolutivas separadas. La línea transcurre entre las islas de Bali y Lombok, al este de Java; continúa entre la isla de Borneo, que deja al oeste, y las Célebes y pasa al sur de Filipinas.
Capital: Manila
Manila (en inglés: [ məˈnɪlə ]; en tagalo: Maynila [ majˈnilaʔ ]; en pampango: Menila; en zambal: Ibali) es la capital de las Filipinas y la segunda ciudad del país por número de habitantes.
La ciudad está situada en la costa oriental de la bahía de Manila, en la isla de Luzón, junto a la desembocadura del río Pásig; la ciudad limita al norte con las ciudades de Navotas y Caloocan; al nordeste con Ciudad Quezón; al este con San Juan y Mandaluyong; al sudeste con Makati y al sur con Pasay.
Manila tiene una población total de 1 652 171 de acuerdo con el censo de 2013, siendo la segunda ciudad más poblada del país después de la cercana Ciudad Quezón. La población habita un área de apenas 38,55 kilómetros cuadrados (14,88 mi²), lo que hace a Manila una de las ciudades más densamente pobladas del mundo.
El Gran Manila es el área metropolitana más poblada de toda Filipinas y la décima del mundo, con una población estimada en 20,5 millones.
La ciudad se divide en seis distritos legislativos y consiste en dieciséis distritos geográficos: Binondo, Ermita, Intramuros, Malate, Paco, Pandacán, Port Area, Quiapo, Sampaloc, San Andrés, San Miguel, San Nicolás, Santa Ana, Santa Cruz, Santa Mesa y Tondo. El comercio más activo y algunos de los lugares más históricos y emblemáticos de gran importancia cultural en el país, como la sede del Ejecutivo filipino y la Suprema Corte de las Filipinas, se encuentran en esta ciudad. Manila es sede de varias instituciones científicas y educativas, numerosas instalaciones deportivas, así como de un amplio elenco de entidades culturales del país y otros lugares cultural e históricamente significativos.
El primer relato escrito acerca de la ciudad es la Inscripción de la Laguna Copperplate, que data del siglo X. La ciudad fue invadida por Bolkiah, sultán de Brunéi, y fue cristianizada ya en el siglo XVI, cuando los conquistadores españoles llegaron por primera vez. Fue incorporada el 24 de junio de 1571 por el conquistador español Miguel López de Legazpi. Manila se convirtió finalmente en el centro de las actividades españolas en el Lejano Oriente y destino de la ruta comercial del Galeón de Acapulco a Manila, el cual conectaba a la América Española con Asia. La ciudad recibió el apodo de la «Perla de Oriente», como resultado de su ubicación central en las vitales rutas del comercio marítimo por el Pacífico. Varias insurrecciones chinas, revueltas locales, una ocupación británica y un motín cipayo se produjeron tiempo después de eso. Manila también vio el surgimiento de la Revolución filipina, que fue seguida por la ocupación estadounidense, contribuyendo a la planificación urbana de la ciudad y al desarrollo sólo para que la mayoría de dichas mejoras se perdiera por la devastación de la Segunda Guerra Mundial. Después de esto, la ciudad ha sido reconstruida.