Islandia (en islandés: Ísland, AFI: [‘istlant]) es un país soberano localizado en el extremo noroeste de Europa, cuyo territorio abarca la isla homónima y algunas pequeñas islas e islotes adyacentes en el océano Atlántico, entre el resto de Europa y Groenlandia. Su capital es Reikiavik. Cuenta con una población de cerca de 350 000 habitantes y un área de 103 000 km². A causa de su localización en la dorsal mesoatlántica, es un país con gran actividad volcánica y geológica, factor que afecta en gran medida al paisaje del territorio islandés. El interior del país consiste en una meseta caracterizada por desiertos, montañas, glaciares y ríos glaciales que fluyen hacia el mar a través de las tierras bajas. Gracias a los efectos de la corriente del Golfo, tiene un clima templado en relación a su latitud y provee un entorno habitable.
El primer asentamiento humano en Islandia data del año 874, cuando, de acuerdo con el Landnámabók o «Libro del asentamiento», el líder noruego Ingólfur Arnarson se convirtió en el primer colono permanente de la isla. Otros navegantes, como el vikingo feroés Naddoddr, posible descubridor, visitaron la isla hacia el año 860 para pasar en ella el invierno. Sin embargo, nunca fundaron allí un asentamiento permanente. A través de los siglos siguientes, grupos humanos de origen nórdico y gaélico se asentaron en Islandia. Hasta el siglo XX, la población islandesa dependía de la pesca y la agricultura, y desde 1262 a 1944 formó parte del reino de Noruega y, posteriormente, de Dinamarca. En el siglo XX consiguió su independencia y la economía islandesa se desarrolló rápidamente, a pesar de su aislamiento del mundo debido a su ubicación geográfica.
Hoy en día cuenta con una economía de mercado, con impuestos relativamente bajos comparados con otros miembros de la OCDE, manteniendo un Estado de bienestar que provee asistencia sanitaria universal y educación superior gratuita a sus ciudadanos. En años recientes se convirtió en uno de los países más acaudalados, y en 2009 fue clasificado por la Organización de las Naciones Unidas como el noveno país más desarrollado del mundo (actualmente ocupa el sexto puesto), además de ocupar el primer lugar en el índice de paz global.
En 2008, el sistema financiero islandés sufrió un colapso, causando una fuerte contracción económica y manifestaciones que llevaron a adelantar las elecciones parlamentarias, en las que Jóhanna Sigurðardóttir ganó el puesto de primera ministra. Paralelamente cobró importancia la conocida como Revolución islandesa, una serie de protestas y movimientos de organización ciudadana que, en conjunto con el nuevo Gobierno, resultó en el encausamiento del anterior primer ministro de Islandia durante la crisis, Geir Haarde, dos referendos para decidir sobre el pago de la deuda externa de los bancos nacionales y un proceso ciudadano que desembocase en cambios en la Constitución que culminó en un borrador constitucional el 29 de julio de 2011 a debatirse en el Parlamento. Desde entonces, la economía se ha recuperado significativamente, en gran parte debido a un aumento en el turismo.
Islandia posee una sociedad desarrollada y tecnológicamente avanzada, cuya cultura está basada en la herencia nórdica. La mayor parte de la población es de origen celta y escandinavo. El idioma oficial es el islandés, lengua germánica septentrional que está muy relacionada con el feroés y con los dialectos occidentales del noruego. La herencia cultural del país incluye su cocina tradicional, su arte y su literatura.
Bandera de Islandia:
Geografía de Islandia:
Islandia está situada en el océano Atlántico al sur del círculo polar ártico, que pasa a través de la pequeña isla de Grímsey. A diferencia de Groenlandia, su vecino, forma parte de Europa, no de América del Norte, aunque geológicamente la isla se ubica entre ambas placas continentales.
Las islas más cercanas al país son Groenlandia (a 287 km) y las Islas Feroe (a 420 km). La distancia más cercana a la parte continental de Europa es de 970 km, hacia Noruega.
Islandia es la 18ª isla más grande del mundo y la segunda más grande de Europa, después de Gran Bretaña. La isla principal cuenta con 101 826 km², pero la superficie total del país asciende a 103 000 km², un área similar a la de Cuba o Guatemala en América. El 62,7 % es tundra. A su alrededor se cuentan hasta 30 islas menores, incluyendo la isla habitada de Grímsey y el archipiélago de las Islas Vestman.
Sus ríos van del centro, donde están las Tierras Altas, hacia el litoral. Los más largos son el Jökulsá á Fjöllum, al noreste, y el Þjórsá, al sur. Otros cursos fluviales son el Hvítá, el Jökulsá á Dal, el Skjálfandafljót, el Blanda y el Fnjóská.
Los lagos y glaciares cubren el 14,3 % del país y solo el 23 % está cubierto por vegetación. El principal glaciar es el Vatnajökull, el mayor de Europa. Otros son el Langjökull, el Hofsjökull, el Mýrdalsjökull, el Drangajökull, el Eyjafjallajökull, el Tungnafellsjökull, el Þórisjökull, el Eiríksjökull y el Þrándarjökull.
Capital: Reikiavik
Reikiavik (en islandés, Reykjavík /ˈreiːcaˌviːk/ (?·i), «bahía humeante»; oficialmente en islandés Reykjavíkurborg, «Ciudad de Reikiavik») es la capital y ciudad más poblada de Islandia. Situada al sur de la bahía Faxaflói, en una zona donde abundan los géiseres, su latitud es de 64°08′N, muy cerca del círculo polar ártico, lo que la convierte en la capital más septentrional de un Estado soberano. Durante el invierno solo recibe cuatro horas diarias de luz solar y durante el verano las noches son tan claras como el día.
Su población es de 121 960 habitantes (2015), un tercio de la del país. El distrito de la capital alcanza los 212 120 habitantes. Es una de las ciudades más limpias, verdes y seguras del mundo.